viernes, 13 de enero de 2012

Una queja recurrente y una respuesta finísima

Así como hay lectores que al día de hoy siguen enviando comentarios a entradas que tienen dos y  tres años de publicadas, la búsqueda de materiales en la web nos lleva a sitios insólitos y pretéritos. Por ejemplo, a Sibelius, que tiene sede en Mar del Plata, Argentina. En esta entrada, correspondiente al 16 de febrero de 2006, puede leerse la queja de un lector argentino que reclama traducciones españolas más ecuménicas, lo que, en las actuales circunstancias de crisis, pasa de ser una sugerencia a un reclamo vigoroso para que los libros españoles puedan seguir vendiéndose en Latinoamérica. Pero también, entre los varios comentarios, el que pegamos a continuación no tiene desperdicio.


Los lectores argentinos apreciamos mucho el hecho de que nuevamente se consigan en Argentina libros importados, especialmente porque la mayoría de las editoriales no los vende al mismo precio que en Europa, sino que tienen un precio competitivo con los editados en Argentina. Se trata de políticas de los grandes grupos editoriales que prefieren vender los libros más baratos aquí, antes que perder un mercado importante.
Estas complejas políticas editoriales nos favorecen gracias a una peculiar alineación de los astros. Pero la emoción ante la ampliación la oferta de editorial en Argentina, se disipa ante la traducciones españolísimas que pueden llegar a opacar el placer de la lectura. El nuevo libro de Tom Wolfe, Yo soy Charlotte Simmons, es un buen ejemplo. Que un libro que afuera se cobra venticinco euros ($90) pueda conseguirse en Argentina a $39 alegra a cualquiera, pero los coños, las pollas, los gilipollas, los hijoputa frustran la lectura de hasta el más fervoroso lector. En definitiva, lo que no se puede comprender es por qué no se realizan traducciones más neutras si el mercado es tan importante como para venderle a precios preferenciales. De hecho Argentina y México son los mayores compradores de libros fuera de España. No está bueno leer un pasaje erótico de un libro con un diccionario de españolismos en mano para advertir cuáles son las partes del cuerpo aludidas.

Comentario:
Anónimo dijo...
Miras Torrente 1, Torrente 2 y mejor obvias Torrente 3, y listo. Ya estas al dia con los españolismos: "vete a tomá por tu puto culo cabron"

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