miércoles, 18 de marzo de 2015

Para esto sí sirven las academias

La Academia Mexicana de la Lengua prevé que la biblioteca que el poeta y traductor de textos clásicos reunió esté disponible para todo el público en 2016”, dice la bajada de la nota publicada por el diario Excelsior, de México, el pasado 31 de enero.

Adquieren acervo de Bonifaz Nuño

CIUDAD DE MÉXICO, 31 de enero.- A dos años del fallecimiento del poeta y clasicista mexicano Rubén Bonifaz Nuño, la Academia Mexicana de la Lengua (AML) ha adquirido la biblioteca del veracruzano, fallecido el 31 de enero de 2013.

De acuerdo con Jaime Labastida Ochoa, presidente del organismo, el acervo que el traductor de textos clásicos reunió a lo largo de su vida estará disponible para todo el público el próximo año, en la nueva sede que se construye para la institución.

“(Hemos adquirido) su biblioteca y vamos a tenerla en la nueva sede como un acervo propio, en el Fondo Rubén Bonifaz Nuño”, afirmó Labastida.

El nuevo espacio que ocupará la AML está situado en la calle de Francisco Sosa 440, esquina Panzacola, en Coyoacán.

El inmueble, conocido como Arboretum Miguel Ángel de Quevedo, fue adquirido con una inversión de 100 millones de pesos, que efectuó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

A través de un comunicado, la dependencia dio a conocer la noticia de la adquisición del acervo. Aun cuando la institución que dirige se ha hecho de la biblioteca particular del poeta, Labastida consideró que su gran legado “es su gran poesía, yo creo que hay dos o tres libros, ya no digo poemas, dos o tres libros suyos que son verdaderamente excepcionales:Los demonios y los días, El manto y la corona y Fuego de pobres.

En sus versos, añadió, Rubén Bonifaz intentaba responder al ritmo que tiene la poesía latina, a través de la utilización de construcciones de las lenguas clásicas, como los hipérbatos (figura de construcción, consistente en invertir el orden que en el discurso tienen habitualmente las palabras, de acuerdo con la definición de la RAE).

Fue un personaje que “no solamente fue traductor de las lenguas clásicas, también fue nahuatlato, esto se nota muy claramente a partir de Fuego de pobres, pero además fue un hombre importante en la cultura nacional y en la cultura universitaria, duramente un largo tiempo él influyó de manera directa en el rumbo de la cultura nacional”.

Para el crítico y también poeta Marco Antonio Campos, la última etapa poética del autor, que nació en Córdoba, Veracruz, el 12 de noviembre de 1923, deriva en dos líneas, una que abreva de la literatura clásica y otra de la cultura popular mexicana.

“La parte latina de Catulo y Propercio o el amor desdichado que se correspondía con la canción mexicana, que podía ser José Alfredo Jiménez, Cuco Sánchez o Tomás Méndez”, explicó.

El poeta “vivía en continuo deslumbramiento por las mujeres, en eso el peor castigo para él fue la ceguera. En su obra, hay la casi totalidad de la presencia o de la ausencia triste de la mujer, él mismo se consideraba un amador de las mujeres”, agregó Campos.

Bonifaz Nuño fue elegido miembro de número de la AML el 19 de agosto de 1962, tomando posesión de la silla V un año después. Para el escritor René Avilés Fabila, fue “un humanista, un hombre preocupado por multitud de reflexiones culturales, intelectuales y estéticas” que provenían de su interés por la música, la danza y su formación científica.

“El resto es muy evidente, como gran poeta, traductor de los clásicos grecolatinos, profesor universitario, ensayista brillante, analista de un sinfín de temas, era asombroso, era abrumadora su buena educación, su gran cultura, no es un hombre fácil de definir, más que así, como una especie de gran humanista renacentista que, en efecto, no le era ajena ninguna parte de la cultura”, agregó.

Tras estudiar Derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, Bonifaz Nuño obtuvo el doctorado en Letras Clásicas. Se inició como profesor de latín en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde ocupó diversos puestos, desde jefe de Redacción de la Dirección General de Información, hasta fundador y director del Instituto de Investigaciones Filológicas, así como de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, la más completa colección de literatura clásica hecha en México.

Bonifaz Nuño, considera por su parte Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, “ha sido uno de nuestros grandes maestros. La cultural nacional se ha visto enriquecida de muchas maneras por el influjo de su pensamiento y su obra. Como pensador ha contribuido de manera central a fortalecerla”.

“Desde sus estudios de la Coyolxauhqui, pasando por sus importantes interpretaciones de la Coatlicue, hasta la importante lectura que ha hecho de la poesía náhuatl y de nuestros grandes textos fundacionales —el Popol Vuh y el Chilam Balam— la curiosidad intelectual de Bonifaz Nuño por las raíces de México nos ha ayudado a engrandecer y afinar la visión que los mexicanos tenemos de nosotros mismos”.


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