jueves, 14 de abril de 2016

Repercusiones internacionales sobre lo que ocurre en la Biblioteca Nacional argentina

Silvina Friera publicó en el diario Página 12 del 8 de abril la siguiente nota sobre la reacción internacional ante lo que está sucediendo en la Biblioteca Nacional argentina.

El daño a la cultura puede ser enorme

El futuro de la Biblioteca Nacional (BN), desmantelada y en estado de zozobra luego del despido de 240 trabajadores y la “suspensión” de los talleres gratuitos y abiertos para la comunidad, alarma a la comunidad mundial. Escritores, poetas, filósofos, sociólogos, antropólogos, profesores y académicos de universidades de Estados Unidos, Francia, Italia, España, Canadá, México y Brasil, entre otros países, están preocupados y comprometidos con dar testimonio del impacto que tiene esta destrucción sistemática en la trama cultural. En el texto de una solicitada internacional recuerdan que el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, anunció que el futuro director de la BN es el escritor Alberto Manguel. “¿Qué proyecto habrá bajo su nombre? ¿La continuidad institucional de la Biblioteca o su achicamiento? Los despidos son parte de una política de restricción de las tareas del Estado. Para la Biblioteca Nacional, esto significa el menoscabo de sus oficios y de su misión. El daño causado a la cultura y a la vida institucional puede ser enorme”, advierten el escritor sudafricano John Maxwell Coetzee –Premio Nobel de Literatura–, los filósofos franceses Jacques Rancière, Alan Badiou y Patrice Vermeren, la socióloga neerlandesa Saskia Sassen, el sociólogo italiano Toni Negri, el antropólogo francés Marc Augé, la filósofa norteamericana Judith Butler, los escritores mexicanos Elena Poniatowska y Paco Ignacio Taibo, el poeta chileno Raúl Zurita, el escritor y miembro de la Real Academia Española (RAE), José María Merino; Jennifer Clement (presidenta de PEN International), las escritoras chilenas Diamela Eltit, Lina Meruane y Alejandra Costamagna, entre muchos más de una lista impresionante y diversa.

“Queremos manifestarnos en favor de la Biblioteca Nacional y sus tareas de preservación, estímulo a la producción cultural, custodia de la memoria impresa y libertad de pensamiento, desafíos que no puede asumir sin sus trabajadores”, afirman en la solicitada, que comenzó a circular ayer y que firman también Roberto Fernández Retamar (Cuba), los argentinos residentes en México Pilar Calveiro y Néstor García Canclini, las escritoras argentinas Silvia Molloy –que vive en Estados Unidos– y Alicia Dujovne Ortiz –que reside en Francia–; y el escritor argentino Saúl Sosnowski, por mencionar apenas un puñado de nombres. “La Biblioteca Nacional, caracterizada por su pluralismo y amplitud de criterio, abierta a todo tipo de expresiones culturales, ha sido gravemente castigada por el actual gobierno argentino con el despido de 240 trabajadores, una cuarta parte de su planta, lo que pone en duda su futuro. Sectores enteros de la institución han quedado comprometidos en su funcionamiento y gran cantidad de sus servicios no podrán ser brindados a los lectores y a la comunidad. Esta medida, además del daño causado a los trabajadores despedidos y a sus familias, constituye un golpe a la Biblioteca Nacional como espacio democrático de expresión y sitio de articulación con saberes universitarios, manifestaciones artísticas, editoriales, producción literaria e intelectual”, plantean los intelectuales que suscriben el texto de la carta.

La socióloga Gisela Catanzaro, investigadora del Conicet y docente de la Universidad de Buenos Aires, una de las organizadoras de esta movida cultural, cuenta a Página/12 que la BN se transformó “en un potentísimo espacio para trabajar colectivamente y producir un pensamiento vivo en el país”. “La Biblioteca, donde organizamos infinidad de jornadas, encuentros, congresos y presentaciones de libros, entre muchas otras cosas, se convirtió progresivamente en un lugar fundamental que nos acogió a todos, invitándonos a la vez a salir de los círculos más especializados de las universidades, para encontrarnos con artistas, lectores y un mundo mucho más tumultuoso y heterogéneo que era necesario pensar entre todos”, argumenta Catanzaro. “La Biblioteca nos ayudó a producir las reflexiones teóricas y los debates que, a veces, se habían dado de forma aislada entre distintas facultades, universidades y núcleos de reflexión y producción cultural diversos aquí y en el mundo”. La socióloga, autora de La nación entre naturaleza e historia. Sobre los modos de la crítica (FCE), agrega que muchos de los que firman quieren expresar su preocupación frente a los despidos masivos dispuestos por el gobierno de Mauricio Macri y el futuro de la Biblioteca, “un espacio potente para el pensamiento contemporáneo que no debe dejar de ser”.

Diego Tatian, decano de la facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, otro de los gestores, subraya que los últimos años de la BN y el Museo del Libro y de la Lengua “van a quedar en la memoria cultural argentina como una experiencia de institución pública libertaria, hospitalaria, pluralista y abierta que recuperó buena parte del archivo intelectual olvidado o desconocido o diezmado, al tiempo que se constituyó en un gran laboratorio de la lengua y una fuerza productiva de nuevos significados estéticos y políticos”. “El cuidado de lo minoritario y de lo raro, las manifestaciones más altas y exigentes de la literatura y el arte, la investigación académica, se conjugaron con una atención hacia la cultura popular en una trama viva que liberó al pensamiento de absurdas dicotomías sacrificiales”, explica Tatian. “Esa inolvidable puesta en obra cultural, y esa poética de la función pública se ven hoy amenazadas con indicios que permiten presumir retrocesos burocráticos y rutinas desvitalizadas, que han motivado la impresionante reacción nacional e internacional en su defensa. Y lo que es peor, los cientos de despidos entre sus empleados han roto la delicada contigüidad lograda entre el mundo del trabajo y el mundo de las ideas que los hacedores de la Biblioteca Nacional habían logrado con tanta sabiduría institucional.”


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