martes, 6 de marzo de 2018

Más dominio público menos en España

La reciente ola de frío europea se atribuye a un fenómeno climático originado en Siberia. No obstante, en el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires sabemos que la información es falsa. El origen de todo es un huracán cubano, que para más precisiones, vive en Viena. Se llama José Aníbal Campos y es traductor del alemán (y de los muy muy buenos). Gracias a él, que nos escribe con la pasión que lo caracteriza, nos enteramos de la existencia de muchos autores del universo de la lengua alemana que merecen ser leídos. Hans Fallada es uno de ellos.

Buena noticia para colegas y editoriales latinoamericanas

Desde el 1 de enero de 2018 la obra del importante escritor alemán Hans Fallada (foto; 1893-1947) ha pasado a dominio público en su país de origen. Fallada, que fue un autor de gran renombre en su época (entre las décadas de 1920 y 1930 del pasado siglo), con obras que se convirtieron en su momento en auténticos éxitos de venta, siendo, algunas de ellas, llevadas al cine (incluso varias veces), ha estado experimentando un revival en el mundo en los últimos diez años.

Su vasta obra, en España, ha venido siendo publicada parcialmente, sobre todo, por Maeva, pero son innumerables las obras de Fallada que aún no se conocen en nuestra lengua. La editorial Aufbau, por ejemplo, que es la que lleva desde hace años al autor, acaba de publicar unos magníficos diarios escritos en la prisión en 1944, donde Fallada, que nunca se marchó de Alemania durante el nazismo, hace un ajuste de cuentas con el sistema de terror nacionalsocialista. (Valga decir que, en este último caso, sí que es preciso consultar con Aufbau el pago de los derechos a las compiladoras de estos diarios, que han hecho una labor magnífica de transcripción e investigación, con un muy revelador aparato crítico).

Téngase en cuenta, sin embargo, que de casi medio centenar de novelas escritas a lo largo de su vida, de Fallada, en nuestro idioma, se conocen apenas unas diez.

Aunque en España una (a mi juicio onerosa) ley establece 80 años para que pasen a dominio público los derechos tras la muerte de los autores (aun cuando sus obras lo estén en sus respectivos países de origen), ésta (conocida en mundillo editorial como "Ley Balcells"), por mucho que algunas editoriales sigan poniendo en el machón de créditos: "Derechos para todos los países de lengua española", no tendría aplicación en un país como la Argentina.

Creo que es una buena oportunidad de dar alguna aplicación práctica, aunque sea poquito a poquito, a la anhelada socavación del bloqueo que establece el poderío editorial español. En situaciones similares a la de Fallada hay decenas de autores de habla alemana que apenas nadie conoce. Porque, puedo asegurarlo, hay vida literaria después de Kafka, que hasta donde más o menos ha llegado el conocimiento peninsular sobre la modernidad literaria en lengua alemana. ¡Salud y República! 

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